La producción de alimentos contribuye significativamente al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico. Esto es especialmente cierto en el creciente sector de la restauración, donde se produce una parte importante del desperdicio de alimentos. El sector de la restauración es también donde las personas consumidoras son más propensas a optar por alimentos rápidos, pero poco saludables y no sostenibles. El proyecto europeo “FoodTalks” está actuando en este sentido. FoodTalks implica en el proyecto tanto a los proveedores de alimentos como a su clientela.